Trauma de Apego: Consecuencias en la vida adulta
El apego es un vínculo emocional que el bebé inicia desde que nace con sus progenitores o cuidadores principales. Este se mantiene a lo largo de la infancia e incluso se puede ampliar hacia otros familiares. Los niños necesitan sentirse seguros, cuidados, aceptados y sentir la cercanía de sus padres.
Cuando los cuidadores no están presentes, o si lo están es de forma intermitente o ansiosa, el niño acabará perjudicado y puede desarrollar el trauma de apego. Esto llevará consigo consecuencias psicológicas, físicas y sociales a lo largo de su vida.
Se clasifica en:
- Evitativo: tienden a rechazar las relaciones sociales y muestran una predisposición a aislarse.
- Ansioso: se muestran muy sensibles ante el rechazo e intentan llamar constantemente la atención para ser atendidos.
- Desorganizado: no son capaces de controlar sus reacciones ante momentos de estrés emocional, por esto, tienden a no controlar sus emociones.
Consecuencias del trauma de apego en la vida adulta
Pueden provocar problemas en el desarrollo de su personalidad tanto como en la forma de ver el mundo, a uno mismo y a los demás, algunas consecuencias pueden ser:
- Vínculos tóxicos: Cuando una persona no ha tenido los afectos necesarios durante su infancia, esto afecta negativamente a su capacidad de establecer vínculos sanos con otras personas.Pueden ponerse en situaciones que son un riesgo para ellas, implicarse en relaciones tóxicas, sumisión y desconfiar de las intenciones que otros puedan tener hacia ellos.
- Inestabilidad emocional: Cuando no se ha establecido un vínculo de apego sano, la tristeza pasa a formar parte permanente de la vida de la persona, y esta puede alternarse con sentimientos de ira y rabia cuando se sienta amenazado. Las personas con este trauma no son capaces de controlar sus emociones, pueden llorar desconsoladamente o alterarse muchísimo ante situaciones que al resto de personas pueden resultar insignificantes.
- Baja tolerancia a la frustración: Son personas que, ante situaciones en las que no obtienen los resultados que esperan, tienen reacciones emocionales excesivas tanto hacia sí mismos como hacia los demás.
- Problemas de autoestima y seguridad: Una persona con trauma de apego tendrá muchos pensamientos negativos sobre sí mismo, no habrá aprendido a identificar y reconocer sus puntos fuertes y débiles, como tampoco sus capacidades y esto les hará tener problemas de autoestima e inseguridad.
- Trastornos de personalidad: Puede llevar a desarrollar trastornos de la personalidad, como trastorno límite, trastorno antisocial, histriónico, por evitación, por dependencia o narcisista.
- Somatizaciones: Cuando las emociones no son expresadas, estas quedan retenidas en el cuerpo y salen al exterior en forma de síntomas físicos (dolores de cabeza y musculares, problemas gastrointestinales, tics nerviosos, dolores musculares, etc.)
Otras consecuencias podrían ser:
- Incapacidad de la persona de auto-calmarse y auto-regularse
- Disociación
- Dependencia emocional
- Evitación de los vínculos cercanos
- Miedo al abandono
- Visión del mundo como peligroso o demasiado seguro
- Visión distorsionada de los otros: como agresores, como manipuladores, como peligrosos o con malas intenciones.
- Visión de uno mismo como inseguro, incapaz, inadecuado, malo, víctima, peligroso, agresor…
- Conductas de protesta: llorar, gritar, agredir, suplicar… especialmente en momentos que sienten que el vínculo puede romperse o corre peligro.
- Llevar a las parejas a límites, ponerlas a prueba, estar constantemente buscando su aprobación o verificando su amor (especialmente en apegos ambivalentes), evitarlas activamente o sentirse atrapados en vínculos cercanos (apegos evitativos).
- Problemas con resolución de duelos
- Aventurarse en experiencias peligrosas o nocivas
- Desorganización de la personalidad y del concepto del yo
- Trastornos de la personalidad también se han relacionado con los traumas tempranos de apego.
- Baja capacidad de introspección (pensar sobre uno mismo, sobre los demás o sobre las relaciones que se establecen), tomar sus pensamientos como ciertos, pensar más motivos de los que realmente existen, aceptar una conducta como la prueba de algo, sobre pensamiento.
También se ha estudiado que ciertos tipos de depresión podrían estar asociadas a los apegos inseguros, considerando siempre la multicausalidad de la depresión.
La relación que se ha encontrado en los estudios sería la siguiente:
- El Apego ansioso-ambivalente estaría más relacionado con un tipo de depresión denominada dependiente o anaclítica. En ella domina el miedo a la pérdida del amor del otro, la necesidad de reasegurar el vínculo con el otro (saber que no se irá, que se pueden fiar de él), y la necesidad de relaciones confiables. Cuando se pierden se genera: Enojo, rabia, culpa, ansiedad.
- El Apego ansioso-evitativo estaría más relacionado con un tipo de depresión denominada introyectiva o de alta autocrítica, donde la persona tendería a buscar y a luchar constantemente por tener una autoimagen positiva y con tendencia a la búsqueda de la perfección cosa que, como es de esperar, difícilmente puede conseguirse. El no obtener estos resultados le supondría sentimientos de desvalorización, culpa y fracaso.