Estrés Postraumático como secuela de violencia obstétrica

Diversos estudios señalan la existencia de un trastorno producido por el parto traumático, con características distintas a la depresión postparto. El trastorno por estrés postraumático se desencadena por eventos estresantes vividos por el individuo y el parto puede ser uno de ellos.

En décadas anteriores este trastorno( TEPT) ya había sido asociado al parto por algunos psicoanalistas con el nombre de neurosis traumática postobstétrica. Tal como el trastorno por estrés postraumático se entiende por trauma en cómo la madre vivió el parto, uso de fórceps, cesárea u otras intervenciones donde pudiese haber tenido la percepción de peligro inminente o peligro de muerte tanto para ella como para el bebé.

Algunos estudios señalan que el TEPT afecta a entre el 1,5% y el 6% de puérperas pudiendo presentar el síndrome incompleto hasta un 30% de las mujeres que dan a luz.

Factores de Riesgo

•Previos a la gestación: historia de problemas psiquiátricos, estrés medioambiental, abuso nicotina o drogas, una o más enfermedades graves en la vida, maltrato en la infancia, violencia familiar, abuso sexual, entre otros.

•Asociados al embarazo: estrés pretraumático y/o intenso miedo al parto, depresión durante el embarazo, preocupación de la mujer por sí misma y miedo por la vida del bebé.

•Relacionados con el trabajo de parto: complicaciones obstétricas, alto grado de intervención obstétrica, la vivencia del dolor del parto, insatisfacción con los cuidados intraparto y valoración negativa del parto(bajos niveles de apoyo de la pareja y los profesionales).

•Postparto:  culpa hacia sí misma o hacia los profesionales, sentimiento de pérdida del parto idealizado, apoyo escaso, entre otros.

Consecuencias del trastorno de estrés postraumático

• Durante el embarazo

Las mujeres con diagnóstico de TEPT manifiestan frecuentemente deseos de no embarazarse en el futuro. Comparadas con mujeres que no lo padecen, suelen desarrollar hasta cinco veces más un episodio depresivo, tres veces más ansiedad generalizada o trastorno de pánico, y más conductas de riesgo (consumo de tóxicos, malnutrición, trastornos alimentarios, conductas sexuales de riesgo y agresividad), con mayor probabilidad de autolesiones o suicido.

El TEPT está asociado a la aparición de más patologías obstétricas y perinatales: embarazos ectópicos, abortos, hiperemesis, amenazas de parto prematuro, crecimiento fetal excesivo.

•Durante el parto

Las mujeres afectadas por este síndrome tienen más tendencia a no contar con su pareja y a desarrollar síntomas de disociación:

– Sentirse espectadoras durante el trabajo de parto y expulsivo.

– Presentar una sensación disminuida de dolor, o bien lo contrario: incremento de la sensibilidad dolorosa, múltiples quejas…

– Padecer ansiedad constante.

– Sentirse incitadas o aguijoneadas por la pareja o el personal que las atiende.

Existe mayor probabilidad de disfunciones en el parto: analgesia ineficaz, descontrol, ataques de pánico y mayor necesidad de episiotomía.

•En el posparto

Dificultad de acercamiento al recién nacido.

Dificultades con la lactancia.

No aceptación del rol materno.

Percepción de pérdida de apoyo sociofamiliar.

Aislamiento (evitan coincidir con otras madres y sus bebés)

Cheryl Beck, psicóloga, analizó los relatos de mujeres que presentaban TEPT relacionado con el parto:

  1. Continuamente recuerdan y reviven el parto mediante flashbacks y pesadillas, durante semanas o meses. Cualquier evento que les recuerde el parto, como el conducir delante del hospital o el ver a una embarazada por la calle puede desencadenar esos recuerdos y producirles una reacción ansiosa (Algunas mujeres señalaban que esto dificultaba enormemente sus relaciones de pareja ya que tenían flashbacks del parto durante el coito)
  2. Se sienten desconectadas o extrañadas ante sus bebes y ausentes de la realidad, como si no estuvieran allí o no fueran las mismas. Esta disociación puede comenzar inmediatamente después del parto y algunas mujeres lo describen como “la sensación de no sentir nada”; “como si todo aquello no me estuviera sucediendo a mi”.
  1. El trauma vivido hace que necesiten entender y hablar continuamente de lo que les sucedió y que busquen información médica sobre sus partos de manera obsesiva. Muchas madres sentían que necesitaban hablar de sus partos una y otra vez y algunas se encuentran meses después del parto buscando información obstétrica en Internet para entender que les pasó.
  2. Se sienten enfadadas con los profesionales, con sus familiares y consigo mismas. Presentan síntomas de ansiedad y depresión. El TEPT dificulta la relación de las madres con los profesionales sanitarios enormemente, punto sobre el que volveremos más adelante.
  3. Su experiencia de la maternidad se ve muy afectada. A menudo se sienten distanciadas de sus hijos. Tienen muchas dificultades para relacionarse con otras madres, no pueden evitar comparar su parto con el de las otras. El síndrome puede producir un rechazo a la sexualidad, a tener más hijos, o hacer que la madre pida una cesárea programada en el siguiente embarazo.

Tratamiento

Los síntomas del síndrome de estrés postraumático suelen alcanzar una intensidad máxima entre las cuatro y seis semanas tras el parto y posteriormente suelen ir disminuyendo, pero en algunos casos persisten meses o años. En tal caso el tratamiento recomendado por la Organización Mundial de la Salud es la terapia de Reprocesamiento EMDR con la que en pocas sesiones, dependiendo de cada caso e historia de eventos adversos, puede lograr la remisión total de sintomatología.

 

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2016 Gabriel Malina Psicólogo Clínico Psicoterapeuta EMDR ::::: www.catrinas.cl- desarrollo gravert.cl