El miedo hablar en público o glosofobia es la ansiedad o miedo incontrolable ante un discurso. Viene del griego glossa (lengua) y fobos (miedo).
La angustia que provoca hablar en público puede suponer un freno importante en nuestro desarrollo profesional e incluso con el tiempo en nuestra auto imagen y autoestima al no lograr los objetivos requeridos, se estima que un 75% de las personas sufren ansiedad al enfrentar un discurso frente a otras personas, sin embargo, logran controlar sus niveles ansiosos y ejecutar la conducta deseada. En la glosofobia el miedo es la emoción que subyace la conducta deseada y al mismo tiempo actúa como inhibidor de desempeño. Pero no solo la esfera emocional es afectada, también se activan distintos síntomas físicos que aumentan los pensamientos irracionales sobre sí mismo y los que lo rodean convirtiéndose en una especie de circularidad sintomática en cuanto a lo que piensa, siente y las respuestas físicas automáticas reflejas causadas por procesos inconcientes los que impiden el funcionamiento ejecutivo de la persona.
Las causas están asociadas a eventos traumáticos previos generalmente experimentados por el sujeto y en algunos casos a trauma vicario ( tipo de traumatización terciaria por impacto acumulativo y microtrauma).
En cuanto a los síntomas se puede diferenciar en estímulos previamente temidos y síntomas físicos:
Síntomas físicos:
La terapia EMDR no busca que la persona controle su miedo o sus síntomas físicos, por una parte porque no es su finalidad y por otra porque los síntomas autonómicos como sudor, rubor, taquicardias, son muy difíciles de controlar de manera consciente, recordemos que la memoria del trauma se almacena de forma somato-sensorial, por lo que si el sujeto se expone a una situación similar a la del trauma original se activan los mecanismos de respuesta ante un inminente peligro, aunque el peligro sea irreal, provocando los síntomas mencionados. La terapia de reprocesamiento del trauma no trabaja en los síntomas, sino en la causa de estos, por esta razón es cuando se reprocesa la experiencia o experiencias negativas asociadas al trauma, la sintomatología actual desaparece porque el cerebro no la percibe como amenaza por lo tanto no se activan los mecanismos de respuesta defensivos. Al mismo tiempo se trabaja en el desarrollo de esquemas autorreguladores de acción, en las sensaciones corporales residuales que pudiesen generar pensamientos negativos y en el miedo condicionado dada las experiencias negativas previas asociadas al hablar en público.